Por fin he decidido atreverme y abrir esta cosa a la que llamamos blog.

Es sencillo crear uno, sin embargo lo más difícil es encontrar un nombre, palabras o cosas que sirvan para que lo identifiquen a uno. Como si hubiera algo en específico que represente quienes somos, y además que los demás lleguen a reconocernos por un título o nickname. Debo admitir que me tardé un poco escogiendo el nombre pero fue más por la maldita compañía que tengo aquí a mi lado: la indefectiblemente Sara Mandarina, con la que río a chorros de las cosas más estúpidas y estupendas.

Anyway, este blog lo abro como un espacio de exposición de lo que hago y de lo que pienso. A veces se me ocurrían cosas bien chuvidubis y no tenía un fukin lugar en donde escribirlas y mostrarlas, pero no anymore jajaaja. Además pues es más una salida de mis ideas que un juego pretencioso de estatus social, ajá.

Bueno, a mis amigos. Salud.